Desde niña he sentido una gran pasión por los cómics y sus superhéroes, ésos que se encargaban de luchar contra los males del mundo y sus villanos. Después, los años pasan y recuerdas a este tipo de personajes con admiración y cierta nostalgia.
VIDA DE MADRE no es un cómic al uso, es una aventura para adultos, cuya protagonista tampoco es una heroína convencional. La protagonista de esta historia gráfica es una supermamá empresaria en tiempos realmente difíciles. A Gemma no le picó una araña radiactiva como a Spiderman. A nuestra superheroína, simplemente, le ha tocado combinar el ser mamá de un niño y una niña, a la vez que una mujer trabajadora. La protagonista de Vida de madre no lleva capa, pero casi consigue volar; no lleva antifaz, porque se nos muestra tal cual es; no tiene superpoderes, pero consigue hacer cosas increíbles y es capaz de apretarse el cinturón mejor que Batman y sin gastarse las prohibitivas cantidades del millonario Bruce Wayne. Sus armas no son pistolas láser, escudos mágicos, ni telas de araña. Su verdadero poder reside en la ternura, emotividad y simpatía con la que Gemma consigue envolvernos en el día a día de una mamá moderna.
Su cómic está exquisitamente encuadernado, sus dibujos cargados de trazos dulces y graciosos, que van parejos con la aventura que le toca vivir en cada momento.
VIDA DE MADRE no es un cómic al uso, es una aventura para adultos, cuya protagonista tampoco es una heroína convencional. La protagonista de esta historia gráfica es una supermamá empresaria en tiempos realmente difíciles. A Gemma no le picó una araña radiactiva como a Spiderman. A nuestra superheroína, simplemente, le ha tocado combinar el ser mamá de un niño y una niña, a la vez que una mujer trabajadora. La protagonista de Vida de madre no lleva capa, pero casi consigue volar; no lleva antifaz, porque se nos muestra tal cual es; no tiene superpoderes, pero consigue hacer cosas increíbles y es capaz de apretarse el cinturón mejor que Batman y sin gastarse las prohibitivas cantidades del millonario Bruce Wayne. Sus armas no son pistolas láser, escudos mágicos, ni telas de araña. Su verdadero poder reside en la ternura, emotividad y simpatía con la que Gemma consigue envolvernos en el día a día de una mamá moderna.
Su cómic está exquisitamente encuadernado, sus dibujos cargados de trazos dulces y graciosos, que van parejos con la aventura que le toca vivir en cada momento.
¿A quién va dirigida esta poco convencional obra de arte? Sin lugar a dudas, a todas las mamás heroínas como ella, ésas que conseguís hacer verdaderos malabarismos cada día para que todo cuadre: el trabajo, la casa, las cuentas y, especialmente, el regalo de vuestros maravillosos hijos. También a todos los nostálgicos del cómic y, por supuesto, a todas aquellas mujeres que podemos vernos reflejadas en su perspectiva tierna y femenina de la vida, al margen de ser o no mamás. Gracias, Gemma, por compartir tu vida de madre en estos preciosos cómics.
Os dejo aquí un enlace de una entrevista que le hicieron en la TVG.
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